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Mega Proyecto Hidroenérgetico y de Irrigación en peligro
¿OLMOS PODRÍA PARALIZARSE?
Por: Enrique Soto Roca (*)
El Proyecto Hidroenérgetico y de Irrigación OLMOS, está atravesando una de sus peores crisis desde que –hace cuatro años aproximadamente- se reiniciaron las obras. Esto debido a que la “Comisión de Defensa de los Grandes Proyectos de la Región Lambayeque”, constituido por los colegios profesionales, ha cuestionado seriamente la forma como se está conduciendo los procesos de concesión. Habiendo formulado –con derecho fiscalizador- denuncia ante la Contraloría General de la República.
OLMOS, es un Mega Proyecto Hidroenérgetico y de Irrigación que se ha constituido como un sueño lambayecano desde hace mas de ochenta años. La población regional norteña espera con ansiedad que las aguas del río Huancabamba –que se pierden en el océano Atlántico- trasvasen la cordillera, a través de un gran túnel de mas de 20 km. de longitud, y logren irrigar las inmensas pampas desérticas de mas de 100 mil hectáreas de Olmos.
Este inmenso sueño ha vuelto a despertar en la mente de los lambayecanos, la euforia e ilusión en los hombres del campo, desde que en el mes de marzo del 2006 se reiniciaron las obras de perforación del túnel y la construcción de la Presa Limón.
Como es de conocimiento público, el Mega Proyecto por ser tan inmenso y altamente costoso su realización, se ha subdividido –para mejor manejo financiero- en tres etapas: la primera constituye la perforación total del túnel, por donde trasvasarán las aguas del río Huancabamba, y la construcción de la Presa Limón, que embalsará las aguas, con una capacidad de 44 millones de metros cúbicos. Estas obras deberán ser entregadas, por el concesionario, en el mes de marzo del 2010, según contrato. La segunda etapa la constituye la construcción de dos centrales hidroeléctricas –que será de gran beneficio para el país- hoy que se está padeciendo una crisis energética, dichas centrales funcionarán aprovechando la caída de grandes masas de agua provenientes de las alturas de la cordillera. Esta construcción generará energía suficiente para iluminar todo el norte del país y hasta –según algunos entendidos- para exportar a Ecuador y Colombia. La tercera etapa, sería la construcción de los canales abiertos o cerrados (tuberías) principales y secundarias de distribución de las aguas que irrigarían las tierras desérticas.
Esta subdivisión, únicamente se realizó por cuestiones financieras, pero el Mega Proyecto es un todo y no debe ser visto por separado. Ya que este tipo de visión nos llevaría al fracaso. Es necesario remarcar que las obras no han sido llevadas en su realización como se tenía previsto. Ya que la visión que se tuvo, cuando se iniciaron las obras era que la II y III parte le seguirían en su construcción casi inmediatamente, con retrazo de un año como mínimo. Garantizándose de esa forma la rentabilidad del proyecto. Desgraciadamente, ello no ha sucedido, a pesar que algunos analistas lo venían advirtiendo. Ahora estamos en una seria dificultad –que se complica con la denuncia formulada por los colegios profesionales de la región. Ello debido a la falta de diálogo, de convocatoria y promoción de la participación ciudadana.
¿A DÓNDE IRÁN LAS AGUAS TRASVASADAS?
Sostengo que estamos en una seria dificultad, porque se anuncia con bombos y platillos que la obra –la I parte- se entregará el primer trimestre del 2010. Aunque el presidente García manifestó en su discurso oficial de 28 de julio pasado que dicha obra será entregada a fin de año. Sin embargo, no se tiene en cuenta que esa parte del Mega Proyecto no tiene ningún valor productivo, sino se realizan la II y III etapa, que son las que van a generar rentabilidad. Y estas hasta el momento no se inician, ni sabemos quienes las van a ejecutar. Allí reside el gran problema que está a punto de explotar. Esas aguas que trasvasarán no sabemos hacia donde irán, ya que no se ha construido los canales de distribución. Como no sabemos como se va a sacar mayor provecho a la caída de las aguas generando energía, ni si siquiera se ha iniciado la construcción de las centrales hidroeléctricas. Las aguas del Huancabamba están a punto de trasvasar, sin ser de ninguna utilidad para los agricultores lambayecanos. Es mas, así se disponga la construcción de los canales de distribución en estos momentos, estos estarían listos dentro de tres años aproximadamente, según técnicos consultados.
LOS LAMBAYECANOS PAGAREMOS 50 MILLONES DE DÓLARES APROXIMADAMENTE SIN UTILIZAR EL AGUA TRASVASADA.
Sin embargo, la concesionaria, que hará trasvasar las aguas, ya alista la caja fuerte para recibir a partir del segundo trimestre del próximo año, anualmente la suculenta suma de 26.8 millones de dólares americanos por el derecho de trasvase. Esta situación no prevista por las autoridades regionales es una negligencia, ya que golpeará nuestra alicaída economía regional pagando algo por el cual no tenemos ningún provecho.
Esta situación es una irresponsabilidad del gobierno regional de turno. Ya que según contrato se deberá pagar sí o sí por la supuesta agua trasvasada, aunque no la utilicemos. Es por ello que algunos analistas en la materia, sostienen que si las obras no continúan aceleradamente, es decir, la construcción de la II y III etapa, la I se convertirá en un elefante blanco, generando una gran frustración en la población lambayecana, que se sentiría engañada.
Partiendo de la realidad sostenemos de manera objetiva, que aunque se inicien de inmediato las obras de distribución de las aguas trasvasadas, por lo menos dos años vamos a pagar a la concesionaria “por el servicio realizado”, alrededor de 50 millones de dólares americanos sin utilizar el servicio, ya que no tenemos la infraestructura necesaria para rentabilizarlo y ello no es problema de la concesionaria, sino del gobierno regional, con quien ha celebrado contrato.
Es decir, en los próximos dos años vamos a perder alrededor de 50 millones de dólares. Esta situación es sumamente grave y tienen que haber responsables que rindan cuenta por su mala gestión.
Señalamos, líneas arriba, que el Mega Proyecto Hidroenérgetico y de Irrigación Olmos está atravesando una de sus peores crisis, ya que la denuncia formulada por los profesionales de los Colegios de la región, ha puesto los pelos de punta a la población, generando gran incertidumbre, ya que la continuación del Proyecto está ahora en manos de la Contraloría General de la República, institución autónoma de control y fiscalización. Por ello, el ex presidente regional de Lambayeque se muestra nervioso ante tal situación, es por eso que ha manifestado, como queriéndose adelantar a los hechos y salvar responsabilidades que “si Contraloría indica que hay un resultado negativo nos veremos afectados en Olmos porque se verá retrasado en su ejecución”, mas adelante sostiene “porque lo que está permitiendo esta iniciativa privada (se refiere a la forma como quieren financiar y llevar adelante la construcción de los canales de distribución) es que cuando lleguen las aguas tengamos ya los beneficios” (Semanario Expresión N° 632, pág. 8).
Lo que no explica Simon Munaro, es que el agua trasvasará en unos meses y las obras de distribución estarán listos –si se inician hoy- dentro de tres años.
CONCESIÓN DE LA III ETAPA DEBE SER ÉTICA Y TRANSPARENTE
El problema se ahonda, con este serio cuestionamiento que formulan los profesionales respecto a la iniciativa privada. La promoción de la inversión privada, con la que todos los que apostamos por el desarrollo estamos de acuerdo, no es una mala medida. Sino la forma como esta se implemente. Aunque no se trasgreda ninguna norma. Es por ello que hay que guardar las apariencias “la mujer del César no solo debe ser honesta, sino parecerlo”. En tal sentido, se lleva a malas interpretaciones que la misma empresa que ha concesionado la I parte por quince años, ahora concesione con una iniciativa privada, por 25 años la administración de las aguas a distribuirse en las mas de 30 mil hectáreas de tierras de Olmos.
Esta situación genera mayor preocupación y entredicho, porque dicha empresa es única participante en el proceso. Eso puede ser legítimo, pero no es ético. Estamos viendo que el sistema financiero mundial entró en crisis por un profundo problema ético, que ha generado gran desconfianza en el mundo llegando a desestabilizar la economía. En tal sentido es necesario replantear el proceso, promover la participación de otras empresas, para que halla competencia y no se vea como algo arreglado –aunque no lo fuere- o como un monopolio. Consideramos que la empresa que ha concesionado la I etapa no participe en la III , evitándose de esa forma habladurías, aunque sean ellos quienes han propuesto y sustentado la iniciativa privada, a lo cual deberían ponerlo como una donación al gobierno regional.
Si estos problemas que hemos referido no son superados de manera inmediata, el Mega Proyecto Olmos correrá gran peligro. Siendo el mayor de ellos, el que por segunda vez se paralice y/o se retarse el avance de sus obras. Los únicos perjudicados seríamos los lambayecanos.
Finalmente debemos decir, que la situación económica mundial atraviesa una grave crisis y el Perú no es una isla, en tal sentido es necesario revisar situaciones, En esa perspectiva, debe -el contrato de concesión de trasvase de aguas de la I etapa- ser revisado. Para ser mejorado y perfeccionado en función de nuestros intereses. Como lo fue modificado en dos ocasiones con adendas. Con esta medida no estamos, ahuyentando la inversión privada como algunos pueden querer mal interpretar, sino defendiendo los intereses del pueblo lambayecano de quien el Mega Proyecto Hidroenérgetico y de Irrigación OLMOS constituye gran anhelo de desarrollo.
(*) Periodista
Presidente del Movimiento Regional “Por ti Lambayeque”
Ex Primer Consejero Regional.
OLMOS, es un Mega Proyecto Hidroenérgetico y de Irrigación que se ha constituido como un sueño lambayecano desde hace mas de ochenta años. La población regional norteña espera con ansiedad que las aguas del río Huancabamba –que se pierden en el océano Atlántico- trasvasen la cordillera, a través de un gran túnel de mas de 20 km. de longitud, y logren irrigar las inmensas pampas desérticas de mas de 100 mil hectáreas de Olmos.
Este inmenso sueño ha vuelto a despertar en la mente de los lambayecanos, la euforia e ilusión en los hombres del campo, desde que en el mes de marzo del 2006 se reiniciaron las obras de perforación del túnel y la construcción de la Presa Limón.
Como es de conocimiento público, el Mega Proyecto por ser tan inmenso y altamente costoso su realización, se ha subdividido –para mejor manejo financiero- en tres etapas: la primera constituye la perforación total del túnel, por donde trasvasarán las aguas del río Huancabamba, y la construcción de la Presa Limón, que embalsará las aguas, con una capacidad de 44 millones de metros cúbicos. Estas obras deberán ser entregadas, por el concesionario, en el mes de marzo del 2010, según contrato. La segunda etapa la constituye la construcción de dos centrales hidroeléctricas –que será de gran beneficio para el país- hoy que se está padeciendo una crisis energética, dichas centrales funcionarán aprovechando la caída de grandes masas de agua provenientes de las alturas de la cordillera. Esta construcción generará energía suficiente para iluminar todo el norte del país y hasta –según algunos entendidos- para exportar a Ecuador y Colombia. La tercera etapa, sería la construcción de los canales abiertos o cerrados (tuberías) principales y secundarias de distribución de las aguas que irrigarían las tierras desérticas.
Esta subdivisión, únicamente se realizó por cuestiones financieras, pero el Mega Proyecto es un todo y no debe ser visto por separado. Ya que este tipo de visión nos llevaría al fracaso. Es necesario remarcar que las obras no han sido llevadas en su realización como se tenía previsto. Ya que la visión que se tuvo, cuando se iniciaron las obras era que la II y III parte le seguirían en su construcción casi inmediatamente, con retrazo de un año como mínimo. Garantizándose de esa forma la rentabilidad del proyecto. Desgraciadamente, ello no ha sucedido, a pesar que algunos analistas lo venían advirtiendo. Ahora estamos en una seria dificultad –que se complica con la denuncia formulada por los colegios profesionales de la región. Ello debido a la falta de diálogo, de convocatoria y promoción de la participación ciudadana.
¿A DÓNDE IRÁN LAS AGUAS TRASVASADAS?
Sostengo que estamos en una seria dificultad, porque se anuncia con bombos y platillos que la obra –la I parte- se entregará el primer trimestre del 2010. Aunque el presidente García manifestó en su discurso oficial de 28 de julio pasado que dicha obra será entregada a fin de año. Sin embargo, no se tiene en cuenta que esa parte del Mega Proyecto no tiene ningún valor productivo, sino se realizan la II y III etapa, que son las que van a generar rentabilidad. Y estas hasta el momento no se inician, ni sabemos quienes las van a ejecutar. Allí reside el gran problema que está a punto de explotar. Esas aguas que trasvasarán no sabemos hacia donde irán, ya que no se ha construido los canales de distribución. Como no sabemos como se va a sacar mayor provecho a la caída de las aguas generando energía, ni si siquiera se ha iniciado la construcción de las centrales hidroeléctricas. Las aguas del Huancabamba están a punto de trasvasar, sin ser de ninguna utilidad para los agricultores lambayecanos. Es mas, así se disponga la construcción de los canales de distribución en estos momentos, estos estarían listos dentro de tres años aproximadamente, según técnicos consultados.
LOS LAMBAYECANOS PAGAREMOS 50 MILLONES DE DÓLARES APROXIMADAMENTE SIN UTILIZAR EL AGUA TRASVASADA.
Sin embargo, la concesionaria, que hará trasvasar las aguas, ya alista la caja fuerte para recibir a partir del segundo trimestre del próximo año, anualmente la suculenta suma de 26.8 millones de dólares americanos por el derecho de trasvase. Esta situación no prevista por las autoridades regionales es una negligencia, ya que golpeará nuestra alicaída economía regional pagando algo por el cual no tenemos ningún provecho.
Esta situación es una irresponsabilidad del gobierno regional de turno. Ya que según contrato se deberá pagar sí o sí por la supuesta agua trasvasada, aunque no la utilicemos. Es por ello que algunos analistas en la materia, sostienen que si las obras no continúan aceleradamente, es decir, la construcción de la II y III etapa, la I se convertirá en un elefante blanco, generando una gran frustración en la población lambayecana, que se sentiría engañada.
Partiendo de la realidad sostenemos de manera objetiva, que aunque se inicien de inmediato las obras de distribución de las aguas trasvasadas, por lo menos dos años vamos a pagar a la concesionaria “por el servicio realizado”, alrededor de 50 millones de dólares americanos sin utilizar el servicio, ya que no tenemos la infraestructura necesaria para rentabilizarlo y ello no es problema de la concesionaria, sino del gobierno regional, con quien ha celebrado contrato.
Es decir, en los próximos dos años vamos a perder alrededor de 50 millones de dólares. Esta situación es sumamente grave y tienen que haber responsables que rindan cuenta por su mala gestión.
Señalamos, líneas arriba, que el Mega Proyecto Hidroenérgetico y de Irrigación Olmos está atravesando una de sus peores crisis, ya que la denuncia formulada por los profesionales de los Colegios de la región, ha puesto los pelos de punta a la población, generando gran incertidumbre, ya que la continuación del Proyecto está ahora en manos de la Contraloría General de la República, institución autónoma de control y fiscalización. Por ello, el ex presidente regional de Lambayeque se muestra nervioso ante tal situación, es por eso que ha manifestado, como queriéndose adelantar a los hechos y salvar responsabilidades que “si Contraloría indica que hay un resultado negativo nos veremos afectados en Olmos porque se verá retrasado en su ejecución”, mas adelante sostiene “porque lo que está permitiendo esta iniciativa privada (se refiere a la forma como quieren financiar y llevar adelante la construcción de los canales de distribución) es que cuando lleguen las aguas tengamos ya los beneficios” (Semanario Expresión N° 632, pág. 8).
Lo que no explica Simon Munaro, es que el agua trasvasará en unos meses y las obras de distribución estarán listos –si se inician hoy- dentro de tres años.
CONCESIÓN DE LA III ETAPA DEBE SER ÉTICA Y TRANSPARENTE
El problema se ahonda, con este serio cuestionamiento que formulan los profesionales respecto a la iniciativa privada. La promoción de la inversión privada, con la que todos los que apostamos por el desarrollo estamos de acuerdo, no es una mala medida. Sino la forma como esta se implemente. Aunque no se trasgreda ninguna norma. Es por ello que hay que guardar las apariencias “la mujer del César no solo debe ser honesta, sino parecerlo”. En tal sentido, se lleva a malas interpretaciones que la misma empresa que ha concesionado la I parte por quince años, ahora concesione con una iniciativa privada, por 25 años la administración de las aguas a distribuirse en las mas de 30 mil hectáreas de tierras de Olmos.
Esta situación genera mayor preocupación y entredicho, porque dicha empresa es única participante en el proceso. Eso puede ser legítimo, pero no es ético. Estamos viendo que el sistema financiero mundial entró en crisis por un profundo problema ético, que ha generado gran desconfianza en el mundo llegando a desestabilizar la economía. En tal sentido es necesario replantear el proceso, promover la participación de otras empresas, para que halla competencia y no se vea como algo arreglado –aunque no lo fuere- o como un monopolio. Consideramos que la empresa que ha concesionado la I etapa no participe en la III , evitándose de esa forma habladurías, aunque sean ellos quienes han propuesto y sustentado la iniciativa privada, a lo cual deberían ponerlo como una donación al gobierno regional.
Si estos problemas que hemos referido no son superados de manera inmediata, el Mega Proyecto Olmos correrá gran peligro. Siendo el mayor de ellos, el que por segunda vez se paralice y/o se retarse el avance de sus obras. Los únicos perjudicados seríamos los lambayecanos.
Finalmente debemos decir, que la situación económica mundial atraviesa una grave crisis y el Perú no es una isla, en tal sentido es necesario revisar situaciones, En esa perspectiva, debe -el contrato de concesión de trasvase de aguas de la I etapa- ser revisado. Para ser mejorado y perfeccionado en función de nuestros intereses. Como lo fue modificado en dos ocasiones con adendas. Con esta medida no estamos, ahuyentando la inversión privada como algunos pueden querer mal interpretar, sino defendiendo los intereses del pueblo lambayecano de quien el Mega Proyecto Hidroenérgetico y de Irrigación OLMOS constituye gran anhelo de desarrollo.
(*) Periodista
Presidente del Movimiento Regional “Por ti Lambayeque”
Ex Primer Consejero Regional.
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